Pocos recuerdos más emotivos de las Chivas en este siglo, que aquel gol de Adolfo “El Bofo” Bautista con el que se coronaron de visita ante el Toluca en la final del Apertura 2006. Un año en el que el talentoso futbolista incluso pensó en el retiro por la muerte de su madre.
En enero de dicho año su madre lamentablemente falleció, lo que le provocó una terrible depresión al jugador, sin embargo, logró salir adelante. Así lo reveló en una entrevista a Récord.
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“Ese torneo ya quería olvidarme del futbol, no quería jugar, incluso los profes que estaban insistiéndome que fuera a entrenar. Duré como 15 días encerrado en mi casa. Regresé, fue un torneo complicado”.
El “Bofo” era una de las piezas más importantes de aquel equipo que dirigía José Manuel “El Chepo” de la Torre. Para ese semestre había muchas expectativas y la emoción incrementó cuando llegaron a la final ante los Diablos Rojos.
Para el mediocampista de las Chivas, había mucho en juego en este partido contra el Toluca y le empezaron a venir muy emotivos recuerdos.
“Yo siempre en cada partido, antes de jugar, le hablaba cuando iba en el camión y ella me deseaba mucha suerte, que me fuera bien, que metiera goles. Ese día íbamos en el camión y le quería hablar y me acordé que ya no estaba. Y pasó algo muy raro, porque de repente me quedo dormido y me conecto con ella, empiezo a platicar y ella me decía que todo lo que hiciera lo hiciera con amor y que ese partido ella tenía fe que yo iba a meter gol”.
Bautista recuerda que llegó al estadio Nemesio Díez dormido, teniendo ese sueño. Incluso lo tuvieron que despertar sus compañeros, pero el “Bofo” ya traía una motivación para el complicado encuentro que se venía.
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El Rebaño tuvo que venir de atrás, luego de un gol tempranero de Bruno Marioni que adelantó al Toluca en el partido de vuelta y en el global, pero que el “Maza” Rodríguez rápido igualó los cartones.
Y al minuto 69, llegó el clímax de la historia cuando el “Bofo” pegó un zapatazo imposible para el 2-1 que sería definitivo y que significó el primer título de las Chivas en la era de Jorge Vergara.
“Mi ángel me ayudó a conseguirlo y a darle una gran satisfacción a toda la afición. Ella sabía que yo soy chiva de nacimiento y lo que más deseaba era quedar campeón en ese equipo tan querido, que hasta la fecha lo sigo apoyando en las buenas y en las malas”.
