Son detalles casi imperceptibles en las playeras de las Chivas, pero algunos aficionados sí se dieron cuenta que había jugadores que traían un jersey pirata. Entre ellos, estaba José Juan Vázquez.
Eran tiempos del equipo de Matías Almeyda. Además de la mística que había en un grupo que terminó como campeón, también surgieron varios mitos como el de los uniformes “clon” con los que salían al campo en partidos oficiales.
Poco se sabe al respecto. Aunque el utilero de ese entonces, Elías Uribe mejor conocido como “Terry”, reveló en una entrevista con la Asoc. de Coleccionistas de jerseys del Guadalajara lo que para él es su versión de los hechos.
“Yo le echo la culpa totalmente a la mercadotecnia, a la falta de playeras de la marca. Tenía tantos compromisos y no me daba abasto. Así que el mismo que me las vendía a mí (playeras clon), se encontraba al jugador, y le empezó a dar playeras, a cambio de algún autógrafo”.
“Terry” estuvo durante 30 años trabajando para las Chivas y según lo que cuenta, muchas veces no había los suficientes jerseys versión profesional para cubrir la demanda de toda una temporada.
De hecho, fue una realidad que el Rebaño Sagrado jugó con playeras de aficionado la final del Clausura 2017 ante los Tigres, en donde el famosísimo utilero confeccionó los detalles para que se asemejaran a la versión con la que debieron disputar un partido de esta relevancia.
Los futbolistas rojiblancos empezaron a ver que podían traer alguna “pirata” o “clon” y casi nadie se daría cuenta.
“A mí me daban dos por partido, pero los señores (jugadores) compraban 10 y las llevaban en su maleta, para regalarlas. Entonces el “Gallito” Vázquez era de ellos& Le dije “es el mismo que me las vende a mí”, son las que yo utilizo para mis regalos”, apuntó.
REGALABAN LAS PLAYERAS PIRATA
De acuerdo a Uribe, los jugadores de las Chivas aprovechaban esta mala práctica, para poder utilizarla a su beneficio.
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Y es que además de todas las personas que se acercan siempre para pedirle la playera a un futbolista, también en la misma cancha son muchos los rivales que buscan intercambiarla, para tener una pieza del Rebaño Sagrado.
“El “Gallito” con 10 en su maleta, podría cambiarse y usar la que él quisiera. Agarra las originales que yo le ponía, me las guardo y juego con estas, porque se las voy a regalar a fulano& Todos ellos intercambiaban playeras y ni modo que regalaran cada partido playeras de 3 mil pesos”, confesó.
Es cierto que en casi todos los equipos, los jugadores tienen un número limitado de playeras que se les regala por temporada y en caso de que ocupen más, ellos las tienen que pagar de su bolso.
Así que el misterio de por qué había escasez de uniformes o cómo se permitió que hubiera piratería dentro de una institución como el Guadalajara, seguirá todavía.
“Una playera no hace un campeonato, lo hace el ser humano, el ser humano le da el valor a las cosas”, defiende “Terry”.
