Pese a la “limitante” que implica jugar sólo con futbolistas mexicanos, Chivas se las arreglaba para soltar “bombas” cada final de torneo. Refuerzos de renombre y grandes figuras vistieron la casaca rojiblanca en esos tiempos que ahora parecen lejanos.
Desde que Rodolfo Pizarro llegó al Rebaño Sagrado, esto hace casi cinco años, la institución que preside Amaury Vergara no ha podido contratar a los “jugadores top” que acostumbraba, y si lo ha hecho, estos han pasado sin pena ni gloria por Guadalajara.
Luego de cuatro años con Pachuca, Chivas hizo todo lo posible por hacerse con la carta de Pizarro, de renombre con el cuadro de la Bella Airosa y quien le cambió la cara al Rebaño, tanto, que de la mano de Matías Almeyda, la institución obtuvo su décimo segundo título.
El chiverío lucía distinto en aquellos años, el timonel argentino marcó una época al igual que Pizarro que tan sólo tres torneos después, recibió una mejor oferta de Monterrey y pasó a ser parte del cuadro regio.
Desde aquel Clausura 2018, el último torneo del dorsal “20”, Chivas no ha vuelto a tener una “bomba” de ese calibre, ni siquiera Alan Pulido que había llegado algunos meses antes y, pese a coronarse campeón de goleo individual en el Apertura 2019, logró el nivel del ahora mediocampista del Inter de Miami en la MLS.
Lo que sí, es que el cuadro de Víctor Manuel Vucetich, con todo y la falta de refuerzos de renombre, se mantiene en el “Top 5” de las nóminas más caras de la Liga MX, al menos al término del Guard1anes 2021.
Chivas, con un promedio de edad de casi 27 años, tiene el cuarto plantel más caro del futbol mexicano, cinco de sus jugadores pertenecen a la Selección Mexicana y, con un valor de más de 12 millones de dólares, José Juan Macías es su jugador más caro.
El regreso del “JJ” en 2020 podría haberse considerado como un acierto de la institución, sobre todo por los números que presumía con el Club León, pero el delantero estaba en el Bajío a préstamo y Chivas no tuvo que pagar nada para traerlo de vuelta.
