Al momento de preguntarle, cuál es el momento que cambió su vida, Alejandro Mayorga no duda en responder que cuando el profesor Juan Carlos Osorio lo convocó para la Selección Mayor, a pesar de ni siquiera haber debutado en Liga MX.
En una incipiente carrera todavía, el lateral de las Chivas batalló bastante para llegar hasta donde está actualmente. Aunque probablemente no lo hubiera conseguido sin esa motivación especial que ocurrió de manera inesperada.
“Es de los mejores momentos. Yo no había debutado, venía de haber jugado un Mundial Sub-20, de estar en segunda división en Chivas. Era algo que yo no esperaba, y ahí dije, hay esperanza y hay posibilidad, así que vamos para adelante”.
Han pasado cuatro años de aquella vez, cuando el originario de Durango apareció sorpresivamente junto a Edson Álvarez, para acompañar al Tricolor en la Copa Confederaciones 2017.
En una de tantas decisiones polémicas del profe Osorio, apostó por llevar como “sparring” a los dos jóvenes. Algo había visto el colombiano en Mayorga, ya que también lo incluyó en la lista preliminar de Copa Oro del mismo año.
Con este impulso, el canterano del Rebaño Sagrado consiguió su ansiado debut en Primera División. Sin embargo, tuvo que salir dos veces a préstamo, primero a Necaxa y luego a Pumas, para seguir con su desarrollo.
Hasta que para el Guardianes 2021, regresó con mayor experiencia. Lo que se está viendo en este arranque de torneo, en el que ya se hizo presente con una anotación en la fecha anterior en el triunfo contra el Puebla.
LA PERSEVERANCIA DESDE QUE LLEGÓ AL GUADALAJARA
En la entrevista que dio esta semana para ChivasTV, el futbolista Alejandro Mayorga también recordó lo complicado que fue quedarse en la visoría que tuvo a sus 14 años cuando vino a probarse a San Rafael.
“Nos forman en tres filas, delanteros y medios eran casi todos los aspirantes. Yo era extremo por izquierda, pero nos dijeron que ya se habían llenado esas posiciones, y que jugaramos en otra zona o no hacíamos la visoría. Entonces la hice de lateral izquierdo”.
De los casi 500 jugadores que empezaron, al final sólo se quedaron cuatro, entre ellos él.
Así que otra circunstancia fortuita igualmente modificó el destino del “Mayo”, quien de estar en un equipo local de su natal Durango, inició un camino en las fuerzas básicas de las Chivas.
Muchos sacrificios, pero parece que se acerca a su consolidación con los rojiblancos.
