Todavía cuando Vucetich estaba en el cargo, la afición de las Chivas no dejaba de pedir el regreso de Matías Almeyda. Su sombra ha estado presente para todos los técnicos que han llegado después de él.
No es para menos. La gestión del “Pelado” fue muy exitosa, consagrándose con el título de liga del Clausura 2017. En aquella final ante los Tigres, el estratega argentino cargó una chiva que entró al estadio Akron, por motivos de los festejos.
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Almeyda dejó al Rebaño a mediados de 2018, después de conquistar la Concachampions. Desde entonces, la directiva rojiblanca no ha tenido certera la brújula para elegir al entrenador que pueda llenar el hueco que dejó el argentino.
El primer elegido fue José Saturnino Cardozo y fue un desastre. El Guadalajara tuvo una de las peores actuaciones de un equipo mexicano en el Mundial de Clubes y además en su mandato se perdieron dos Clásicos Nacionales seguidos en cuestión de días, uno en Copa y otro en Liga MX. Fue destituido en marzo de 2019.
El siguiente en la lista fue Tomás Boy. La gestión del “Jefe” fue mucho más efímera, ya que los resultados hicieron insostenible su permanencia en el club. Incluso la institución comenzó a meterse en problemas en la tabla de cocientes y fue cesado en septiembre de 2019.
Continuó Luis Fernando Tena como el nuevo pastor del Rebaño. Ni siquiera su enorme experiencia y credenciales como el estratega de la medalla olímpica impidieron su fracaso en el equipo rojiblanco. Aunque fue ratificado a la llegada de Ricardo Peláez, tras un mal arranque de torneo salió en agosto de 2020.
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Y ahora Vucetich entra a este doloroso listado, en una estadía en la que nunca pudo sacudirse esa presión adicional, ya que un gran sector de los Chivahermanos sigue anhelando un equipo como el que conformó Almeyda.
Y esperan que el vacío del “Pelado” no se convierta en una maldición como la de la “cabra”, que aquejó a los Cubs de Chicago por 71 años y que la leyenda cuenta que también empezó un día que un hombre que cargó un animal dentro de un estadio.
