Jorge Vergara siempre será recordado por la mano dura que tenía con Chivas.
Vergara siempre busco lo mejor para Chivas y cuando el equipo se encontraba en peor momento, llegó el salvador y quien es recordado como uno de los mejores estrategas del Rebaño, Matías Almeyda.
Chivas había perdido 1-0 ante Cruz Azul y, fiel a la política empresarial, ya tenía contemplado un plan B para reanimar deportivamente al club tapatío.
Al finalizar el entrenamiento, el estratega se reunió con la directiva y ahí le informaron que no seguía más al frente del equipo.
Al mismo tiempo que esto ocurría, Almeyda aterrizaba en Guadalajara para entablar negociaciones con Néstor de la Torre.
Ante el mal paso del equipo, al mando de José Manuel “Chepo” de la Torre, Vergara encargó que comenzará con la evaluación de los candidatos para recomponer el camino.
La primera opción fue Pepe Mel, pero ya se encontraba al mando con el Betis por lo que de inmediato se pensó en la llegada del argentino Matías Almeyda a Chivas.
Su perfil congeniaba con el club Guadalajara, porque tenía experiencia en contextos complicados, como la temporada que River Plate jugó en la Segunda División en Argentina. Almeyda había superado una depresión, tenía una motivación y un estilo cercano a los jugadores.
Almeyda llegó a la Perla Tapatía acompañado de varios de sus asistentes y con varias maletas, signo de que no sólo venía a negociar con el Rebaño, por lo que su llegada al banquillo es prácticamente un hecho.
Entonces, el discurso y emotividad de Almeyda convenció a Vergara de entregarle a una franquicia que ya valía más de 200 millones de dólares.
Matias se convirtió en el técnico que le entregó cinco títulos a la institución tapatía y el más amado por la afición de Guadalajara que darían lo que fuera porque el estratega regresará al club que tantas alegrias regaló.
