Jesús Orozco Chiquete ha sido la joven sensación de Chivas en la presente temporada, situación que ya coronó con su primer gol en Primera División ante Pumas el pasado sábado.
Pero su proceso para llegar al futbol profesional no fue sencillo, y así lo relató en una entrevista para MedioTiempo.
Lo iban a dar de baja
Tras un largo y sinuoso proceso de cantera, Orozco pudo debutar en julio del 2021 ante Puebla cuando aún los dirigía Víctor Manuel Vucetich.
Sin embargo, estuvo a punto de no llegar a divisiones inferiores.
“Mi proceso de cantera fue muy extraño. Estuve a punto de salir a los 15 años. En la Sub 15 estuve a punto de ser dado de baja porque sufría muchas lesiones y no tenía continuidad”.
Pero el apoyo de sus padres no cesó nunca y apoyaron a su hijo hasta las últimas instancias para que persistiera en la institución.
“Mis papás metieron las manos al fuego por mí. Dijeron que me dieran la oportunidad y hasta mi mamá me dijo que se peleó de palabras con el que antes estaba en Fuerzas Básicas”.
Un gol con dedicatoria especial
Tras su partido debut ante Puebla, fue regresado a Tapatío, y en ese momento, todo pareció venirse abajo en su carrera profesional y personal.
“Fue algo muy duro porque había perdido a mi papá. El día que debuté, él estaba internado en el hospital. Estaba muy enfermo. Me regresaron al Tapatío, íbamos a jugar en Mérida y en la noche, cuando me iba a ir, falleció mi papá”.
A pesar de la difícil situación, tuvo la fortaleza para levantarse y dedicarle el gol de manera muy especial.
“Me hubiera encantado que mi papá me hubiera visto, por eso después del gol, festejé al cielo. Fue para él porque sentí algo muy bonito. Un sueño hecho realidad, desde chiquito he estado aquí y meter el gol fue algo muy especial para mí y para mi familia, que me han apoyado tanto en mi sueño”.