A cinco años de aquella final en el Estadio Akron donde Chivas logró el campeonato de forma polémica, Luis Enrique Santander, el juez central en ese cotejo, recordó cómo vivió el contexto tras haber pitado la victoria rojiblanca sobre Tigres.
“En dos días recibí más de dos mil amenazas de muerte por medio de Twitter y son muy desagradables. La gente no entiende que uno no sale a equivocarse”, declaró para la cadena MVS.
La jugada hubiera significado un posible empate felino, pues no se marcó una pena máxima a su favor.
“Sobre todo al principio me molestó, porque no estaba acostumbrado y la familia es el mejor respaldo. Claro que te pega, pero no me contagio de esas cosas malas, ni me causan risas. Muchas veces vi la jugada, pero la vida del árbitro es así. Ahora, de eso a arrepentirme, para nada”.
Ante esta razón, Santander siempre es criticado cada vez que pita un juego de las Chivas, tal cual como sucedió en el pasado encuentro ante Rayados en el Estadio Akron.